E
eu não tenho pátria: tenho mátria
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Língua
Gosto de sentir a minha língua
roçar
A língua de Luís de Camões
Gosto de ser e de estar
E quero me dedicar
A criar confusões de prosódia
E uma profusão de paródias
Que encurtem dores
E furtem cores como camaleões
Gosto do Pessoa na pessoa
Da rosa no Rosa
E sei que a poesia está para a prosa
Assim como o amor está para a amizade
E quem há de negar que esta lhe é superior?
E quem há de negar que esta lhe é superior?
E deixa os portugais morrerem à míngua
"Minha pátria é minha língua"
Fala Mangueira!
Fala! Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Vamos atentar para a sintaxe dos paulistas
E o falso inglês relax dos surfistas
Sejamos imperialistas ( cadê? )
Sejamos imperialistas
Vamos na velô da dicção choo-choo de Carmem Miranda
E que o Chico Buarque de Holanda nos resgate
E xeque-mate explique-nos Luanda
Ouçamos com atenção os deles e os delas da TV Globo
Sejamos o lobo do lobo do homem
Lobo do lobo do homem
Adoro nomes
Nomes em Ã
De coisas como rã e imã, imã, imã...
Nomes de nomes
Como Scarlet Moon De Chevalier, Glauco Mattoso e Arrigo Barnabé
e Marida da Fé e Arrigo Barnabé
Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Flor do Lácio Sambódromo Lusamérica latim em
pó
O que quer
O que pode esta língua?
Incrível! É melhor fazer uma canção
Está provado que só é possível filosofar em
alemão
Se você tem uma idéia incrível
É melhor fazer uma canção
Está provado que só é possível filosofar em
alemão
Blitz quer dizer corisco
Hollywood quer dizer azevedo
E o Recôncavo, e o Recôncavo, e o Recôncavo
Meu medo!
A língua é minha pátria
E eu não tenho pátria: tenho mátria
E quero frátria
A língua é minha pátria
E eu não tenho pátria: tenho mátria
E quero frátria
A língua é minha pátria
E eu não tenho pátria: tenho mátria
E quero frátria Poesia concreta, prosa caótica
Ótica futura Samba-rap, chic-left com banana
Será que ele está no Pão de Açucar?
Tá craude brô
Você e tu, lhe amo
Qué queu te faço, nego?
Bote ligeiro
Arigatô, arigatô
Nós canto-falamos como quem inveha negros
Que sofrem horrores no Gueto do Harlem
Livros, discos, vídeos à mancheia
E deixa que digam, que pensem, que falem
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https://www.egu.schule.ulm.de/projkt_s/freefm2/matria-s.html
La matria
Por Pablo Martínez-Calleja
Estamos acostumbrados a oír hablar de la patria
y oímos la matria. La matria sería la lengua.
La patria
suena a militar, a guerra, a imperio, a muy grande. La matria suena
bajito y más suave, aunque se pueda gritar. La matria recuerda
la casa, la radio por la tarde, los cuentos de la abuela mientras
tricotaba un jersey para su marido o unos patucos para su nieto.
La patria es
el gobierno, la policía, el ejército, la tumba del
soldado desconocido y la llama eterna de la gloria. La matria es la voz
en falsete que habla de todo eso. La patria se siente orgullosa de su
lengua, de las artes, de las ciencias. La matria es la lengua, y el
arte y la ciencia.
La patria, ¿qué es la patria?, nadie lo
sabe; una cosa muy rara y difícil de explicar. La matria es todo
lo que se puede hacer desde la A hasta la Z : dar los buenos
días por la mañana a mamá (la eme con la a, ma),
ir a comprar el pan, saludar al cartero, jugar a las adivinanzas,
aprender geografía... No, alto, aquí ya está otra
vez la patria. Escuchar los cuentos de papá..., y declararse la
guerra.
Aunque la guerra sean cañonazos, la declaración se hace
siempre con palabras.
La patria tiene sus normas, las leyes, las
cárceles y unos señores y señoras muy graves y
famosos que tienen opiniones, y así hay que hacer las cosas.
La matria también tiene normas.
Gramática, que es una señora de bastante mal humor, las
lleva todas escritas en un libro. En la Real Academia de la Lengua las
discuten unos señores muy atildados y muy sabios, que algunas
veces viven fuera del mundo. Es complicado porque la lengua cambia
mucho, por cómo la usamos la gente y por la influencia de las
otras lenguas
La Real Academia Española tiene Academias
correspondientes y otras oficinas en los países de
América latina, en Filipinas y en los Estados Unidos de
América. La Acedemia Española tiene también
acedémicos para el catalán, gallego y vasco desde 1926.
Desconozco si las Academias de América incluyen también
académicos de lenguas indígenas.
¿Qué hace la Academia? La
gramática y un diccionario, sobre todo. Discuten cómo se
debe utilizar la lengua y lo que significan las palabras. Claro que sus
opiniones no siempre han sido del gusto de todos. Algunos escritores
del principio del siglo, Valle Inclán por ejemplo, se fueron
más de una noche a mear a las tapias de la RAE para expresar su
descontento y ridiculizar a los señores de bastón y pelo
blanco que padecían esclerosis idiomática de alguna
gravedad.
Hoy la Academia tiene entre sus miembros a escritores modernos como
Antonio Muñoz Molina, del que muy bien recomendaría "El
invierno en Lisboa".
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Hoy no sé cuál pueda ser tu
auténtico destino, Patria,
pero quiero navegar contigo entre tus llamas.
Patria inmensa, almacén de estrellas y alboradas.
Yo no sé cómo llegar hasta tus faldas, perdido y
encontrado
en las preguntas de tu historia. Yo quisiera, Patria, buscar la palabra
Matria,
Matria López, Matria Yáñez, Matria Chávez,
cualquier Matria que te llames
y quisiera decirte, (compañera) te deseo.
Quisiera tomarte por los hombros, buscar tus gruesos labios
de repente, quedarme fulminado por un rayo de tu luz.
Quisiera, Matria, cargarte entre mis brazos
y subir las escaleras, desde el pavimento hasta el mañana.
escalar tus piernas, Matria, y gozarte liberada de tus llantos.
Matria, yo quisiera que del vientre, bendito, de todas tus mujeres
borboteara tu galaxia y su perfume
que no se atrincheraran en el viento, que la vida no las hiera.
Yo quisiera verlas, Matria, con un vientre cargado de flores y
alboradas
y entregarse en un frutal orgasmo a su tiempo y nuestro pueblo.
Yo te quisiera con tus hijos todos, flotando como un zurco de luceros
y que todo fuese un orgasmo de luz, nítido camino en su pureza.
Por ello a medianoche, Matria, esperando tu amor entre mis piedras
te hablo al oído con el potente micrófono que reside en
las entrañas
y te prometo amor y te prometo vida
y te prometo mover las cortinas
y sus gélidos terrarios. Para que puedas abrir tus piernas y en
colosal
golpe de lava o de granito hirviente y cariñoso
dar luz a tu nuevo rostro donde presida tu dulzura.
Yo no sé si tus piernas abiertas expulsen el pasado, ollas
huecas de barro, amores,
o si acaso, se abra la flor del tiempo nuevo.
Matria, amada, obrera de piernas voluptuosas y que avanzan
no detengas la ruta de tus ojos que taladran
y sin piedad, con nuestros brazos, fulmina al dolor
usa nuestros labios, nuestros ojos y jamás permitas
jamás, que se te canse el corazón.

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https://www.otrarealidad.net/opinion/tribunas/index.php?x=594
Patria
<>Uno de los
vocablos que está
más impregnado de emoción es patria. Yo lo siento ahora
que lo escribo. He estado titubeando antes de emplear la
expresión "vocablo". ¿Se puede afirmar que patria es un
vocablo?
¿Cómo en este ambiente emocional decir algo sobre patria
que valga la pena? Difícil porque la noción de patria
está monopolizada políticamente en todos los
países. Cuando se habla de patria se deben emplear frases
sentimentales y los clichés de siempre que unos y otros
conocemos: Gloria, viva, arriba. La emoción que produce patria
aumenta cuando al lado se agregan otras palabras que arrastran
también fuerte agitación: guerra, conquista, muerte. Se
muere o se vence o se lucha por la patria.
A mí siempre me ha molestado esta idea de patria por la que se
ha de morir. Me parece algo teatral. Además creo que las
guerras, todas las guerras, sólo ocasionan desastres y a la
larga no resuelven los problemas. Patria o muerte. No, señor.
Patria y vida. Claro, que vivir por algo que se ama es ya más
difícil, porque entramos en la complejidad de lo humano, de
estar con los demás, de compartir ideas y de vivir y convivir
apaciblemente, sin tirarnos los trastos a la cabeza.
Patria está simbolizada por una bandera impuesta que lleva
colores significativos. Estos colores representan no sólo a la
patria, sino también una opción política:
república, monarquía, revolución. Esto complica la
reflexión. En las festividades políticas o religiosas se
hace gran exhibición de banderas con los colores llamados
nacionales. Pero se ve que ya no es para exaltar a la patria, sino para
imponer una opción política.
Cada país tiene un uso peculiar de la bandera. En Estados Unidos
se ven banderas nacionales hasta en el retrete, como si hacer sus
necesidades también tuviera que tener una connotación
patriótica. Habrase visto.
La noción de patria tiene una conexión grande con
nación. Pues como digo, el vocablo patria no sólo engloba
un territorio o un terruño sentimental, al que cada cual
está apegado, sino un territorio más extenso al que se le
han impuesto unas nociones políticas con las que se está
o no de acuerdo.
Cuando era muy niño, de unos cinco o seis años, antes de
la guerra civil, en la escuela de párvulos, hicieron una fiesta.
Nos disfrazaron a los niños de soldados con uniformes y sables y
nos hicieron desfilar por el escenario cantando: "Somos chiquititos,
mañana creceremos, y defenderemos a nuestra nación". Era
claro. El objetivo de nuestra educación era defender la patria,
la nación. Esto ya desde muy pequeños, como algo que
tenía que estar perfectamente anclado en nuestras mentes
infantiles, aunque no supiéramos ni lo que era patria ni lo que
era nación.
¿Defenderla de quién? ¿Quería decir que
había enemigos de la patria? Caray, la patria tiene enemigos.
¿Estos enemigos dónde están? ¿Dentro del
país, fuera? ¿Quiénes eran los enemigos de la
patria? Como si no pudiera existir una patria sin enemigos. Estas
preguntas me las hacía mucho más tarde. Muy inocentemente.
Una bandera es un objeto muy llamativo. La bandera ondea, y este ondeo
también tiene mucho de sentimental. Unos soldados que hincan una
bandera con sus colores ondeantes en un montículo es un
espectáculo emocionante. Al contrario, una fiesta nacionalista
sin profusión de banderas parece algo incongruente.
Pero la noción de patria no debe limitarse a una bandera. La
noción de patria yo la he vivido de una manera que no es la
general, como desterrado. Y digo que acaso es cuando más
preguntas se hace uno. En el extranjero la bandera nacional no ondea o
no ondeaba en ningún sitio antes de la Unión Europea.
Cuando por los motivos que fuera se veía la bandera, os digo que
pasaba algo en mí.. Pero dejemos lo de las banderas que es lo
fácil.
Para mí patria era también, como para muchos, algo
sentimental, muy sentimental. Pero este sentimentalismo fuera del
país tomaba un sesgo peculiar. Cuando en los momentos
difíciles de la "expatriación", me sentía perdido
en un mundo algo hostil, cerraba los ojos y me venía a la mente
una canción regional, un aroma a tierra y a hierba
húmeda, un viento arrastrando salitre, unas dunas olorosas y
balsámicas, unas estrellas brillantes vinculadas a las primeras
sensaciones amorosas. !Qué consuelo! Patria era para mí
algo pequeño, íntimo, un territorio donde había
echado raíces, algo muy concreto y definido. Sabía que
había la otra patria, la grande, pero ésta tenía
más de cultural que de sentimental. La patria para mí era
esto. Algo que no coincidía en nada con las especulaciones
políticas ni con las banderas.
Se lo explicaba un día a un amigo de militancia y en una
discusión acalorada me consideró como un hereje y como un
pueblerino. Me dejó asustado. Claro que se lo dije con cierta
impetuosidad, propia de años aún jóvenes,
afirmando que yo no tenía nada que ver con una bandera
política ni con la patria de los militares. Creo que sigo
pensando así. Me doy cuenta que es ir a contramarea. Lo siento.
La palabra patria es muy curiosa. Pater, padre, de donde se deriva
patria, es masculino y la palabra patria es femenina.
Lógicamente se hubiera tenido que llamar matria. Nuestra madre
la patria, cuando se ha pensado en este detalle, suena mal. Como
sonaría mal nuestro padre la matria.
Me gustaría que se pudiera deshacer el monopolio político
de patria. Se puede tener un sentimiento muy fuerte de la patria, y
dejar de lado banderas ondeantes y perifollos retóricos. La
patria también necesita de la palabra callada.
(*) escritor
